Muchas de las enfermedades que afectan a la sociedad occidental están relacionados con los hábitos dietéticos. Corregir esos hábitos es pues una de las mejores formas de ganar salud. Éstos son algunos de los más comunes:
TOMAR MARGARINA
La margarina es un producto artificial, obtenido por procesos industriales. Una buena mantequilla es un alimento más natural y completo, aunque debido a su elevado contenido en grasas saturadas de origen animal debe tomarse con moderación.
FREÍR CON ACEITE DE SOJA O GIRASOL
Es mucho menos estable que el de oliva a altas temperaturas, al igual que los aceites de semillas.
ABUSAR DE LOS FRITOS
No se deben tomar más de dos o tres veces a la semana, y siempre con aceite de oliva.
TOMAR FRUTOS SECOS PARA «PICAR»
Debido a su alto valor nutritivo, deberían formar parte de los platos principales del día.
COMER RÁPIDO
Es la causa de muchos problemas digestivos frecuentes.
HACER UNA ALIMENTACIÓN MONÓTONA
¿Cuánta gente repite y repite los mismos platos? En la variedad no sólo está el gusto, sino también la clave de una buena nutrición.
ABUSAR DE PLATOS PREPARADOS
La base de una buena alimentación está en cocinar para uno mismo los alimentos, no en recurrir a los precocinados o preparados.
NO TOMAR ALIMENTOS CRUDOS
Ensaladas y frutas son alimentos básicos de una nutrición equilibrada, ya que aportan muchas vitaminas y antioxidantes sin desnaturalizar, por lo que no deberían faltar en la dieta diaria.
COCER EN EXCESO LAS VERDURAS
Hace que pierdan vitaminas y también textura y sabor. Conviene cocinarlas al vapor mejor que hervirlas, siguiendo el estilo de la cocina tradicional china, o dejar que hiervan sólo unos minutos, para que queden crujientes: «al dente».
BEBER AGUA CON GAS
No conviene abusa, ya que dilata el estómago y provoca aerofagia, con las consiguientes flatulencias y dificultades digestivas.
TOMAR ZUMOS CON LAS COMIDAS
La digestibilidad de los zumos es más rápida que la de otros alimentos, por lo que no conviene tomarlos de forma combinada. Mejor solos.
BEBER REFRESCOS
Además del gas, contienen azúcares que reducen el apetito, y muchos aditivos añadidos (conservantes, colorantes...)
NO CONTROLAR LOS INGREDIENTES
Que un producto esté a la venta no siempre implica que se trate de un producto de calidad. Somos nosotros quienes debemos velar por la frescura y la idoneidad de los alimentos que comemos.
ABUSAR DE LA SAL
Es mejor utilizar poca sal al cocinar un alimento rectificar después si es preciso.
TOMAR LACTEOS
Los lacteos desde que salen los dientes deben ser suprimidos de la alimentación
TOMAR LECHE CON FRUTAS
La leche no debe tomarse sola ni con cereales, y mucho menos conviene tomarla con fruta que podría interferir su digestión, mucho más lenta, además combina mal con el sabor ácido de la fruta. La misma regla puede aplicarse al queso, que es un alimento graso y proteico, que tampoco nos conviene.
HERVIR CON ABUNDANTE AGUA
Sólo es aconsejable si luego utilizamos el agua para el caldo, de lo contrario implica una pérdida de nutrientes.
COMER ALIMENTOS RICOS EN ADITIVOS
Aunque pueden ser útiles para mejorar la conservación de los alimentos, hoy en día se abusa en su uso. De hecho, un 80% son innecesarios.
UTILIZAR FREIDORAS
A medio plazo, se desnaturaliza el aceite, además, fríen los alimentos a baja temperatura de manera que los engrasan más.
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