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Medicina Naturista

Dicen que el creador de la medicina fue Imhotep (en torno al 3.000 y 2.850 a.C.), la figura egipcia equivalente a Asclepio en Grecia. Imhotep fue visir del rey Zoser, de la III dinastía, y tenía conocimientos de astrología y arquitectura. Pero esta es otra de tantas falacias con las que cuenta hoy día la medicina. La medicina la crea la naturaleza, que es la única capaz de curar las enfermedades mientras que el médico -ahora- o el curandero -antes- eran los encargados de ayudar a la naturaleza a llevar a cabo la curación.

La medicina siempre ha estado a medio paso entre la ciencia y el esoterismo, y en la actualidad ha pasado del misterio a las ciencias elementales, pero lo peor es que aquí ha encontrado más misterio. Es la única ciencia en la que los profesionales pregonan que: “en medicina dos más dos nunca son cuatro”, entonces para generar una falsa seguridad, que es de lo que se trata, se generan más falacias que si están avaladas por un médico de alto prestigio o ha podido pagar lo que se pide para publicar en las revistas médicas más populistas, entonces la “mentira” se convierte en “verdad” y después se cita falazmente en todas las publicaciones que de allí surgen como “dogma de fe”, cuando como decía Mark Twain: “tenga cuidado con la lectura de libros de medicina, podría morir de una errata de imprenta”.

Y ningún médico puede cuestionarlo, bajo pena de inhabilitación. Pero la medicina sigue estando influenciada por la astrología y la arquitectura, que en este caso es fractal. Muchos médicos están confusos, se asoman al mal llamado esoterismo y el vacío que les provoca les vuelve a llevar a la célula, no viendo más allá de sus narices, los árboles no les dejan ver el bosque, y se ciñen a la realidad de sus falsos cinco sentidos, omiten la energía que les da la vida y desdeñan ser servidores de la naturaleza y de aquí el fracaso cada vez más estrepitoso de la medicina, que no cura nada porque van en contra de la ley natural. El escritor británico Aldous Huxley, sí, el autor de "Un mundo feliz" llega a decir con cierta sorna: “La ciencia médica ha avanzado tanto que ya casi no queda nadie completamente sano”, y eso es cierto, porque actualmente superamos un 80% de enfermos crónicos, y esto se ha logrado por desobedecer a la ley natural.

Sin embargo, los estudiantes entran en la Facultad de Medicina y rápidamente se les adoctrina en el tráfago de la farmacia, que lo único que pretende es mantener su negocio: un enfermo curado es un cliente menos. Moliere decía que “casi todos los hombres mueren de sus remedios, no de sus enfermedades”. La medicina se han convertido en una gran mentira, en una religión, en una ideología para ganar dinero y no para el restablecimiento de la salud, para lograr la transcendencia espiritual de la que se huye. El que quiera tener salud en el cuerpo, procure tenerla en el alma. También Voltaire decía: “el arte de la medicina consiste en mantener al paciente en un buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando” por eso cuando un médico recomienda a un enfermo que cambie de aires es que no sabe qué hacer con él. Por eso, y como decía Hipócrates: “no los remedios, sino la naturaleza es la que cura, consistiendo la virtud de aquellos en ayudar a ésta” o dicho a mi forma "lo que te ahorres en alimentos, después lo pagarás en medicamentos"

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